Este concurso proponia la creación de un espacio cubierto de recreo alternativo a las actividades de consumo típicas.

Nosotros propusimos la creación de un gigantesco jardín subterráneo, como pulmón del barrio en depresión.

En este lugar se contemplaba la creación de tres edificios destinados a actividades para niños y adultos, vertebrándose todos a partir del espacio libre situado en planta baja y recuperando unas tinajas de una antigua bodega que no conservamos.